viernes, 24 de febrero de 2012

Deuda Pública


En todos los medios de comunicación, a todas horas, nos bombardean con noticias acerca de la deuda pública y el daño que está haciendo a la economía del país. A todos no preocupa pero, ¿qué es exactamente?.En este post trataré de explicar de forma sencilla este concepto tan temido.
Toda deuda es una obligación que contrae quien pide algo prestado de reintegrar lo pedido con acuerdo a unas condiciones pactadas previamente (tipo de interés, formas de pago,  plazos, comisiones, etc). Existen dos figuran importantes: por un lado el deudor, o persona que ha pedido prestado y por tanto tiene la obligación de pagar; y por el otro, el acreedor, que es la persona que presta el bien y sobre la que recae el derecho de cobro.


Siguiendo esta sencillo esquema, podemos definir la deuda pública como el dinero que el Estado, entendiéndolo a todos sus niveles (gobierno central, comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamiento…etc), ha pedido prestado para financiar sus gastos e inversiones.
Cuando el estado necesita dinero, puede obtenerlo recaudándolo directamente vía impuestos, tasas y contribuciones especiales; o bien pidiéndolo prestado.
En el caso de que decida pedirlo prestado, a su vez puede hacerlo de varias maneras: una es pedirlo directamente a una entidad financiera como pudiera hacerlo cualquier empresa privada, otra es alargando los plazas de pago a los proveedores dejando que estos asuman los gastos de financiación y una última que sería mediante la emisión de títulos que vende a los mercados financieros como deuda de renta fija. Estos títulos  pueden ser:
·        Letras del Tesoro: Se crearon en junio de 1987, cuando se puso en funcionamiento el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones y se caracterizan por ser emitidas al descuento, por lo que su precio de adquisición es inferior al importe que el inversor recibirá en el momento del reembolso (nominal de 1.000 euros). La diferencia entre el valor de reembolso de la letra y su precio de adquisición será el interés o rendimiento generado por la Letra del Tesoro. En cuanto al plazo, no superan los dieciocho meses. Actualmente el Tesoro emite Letras del Tesoro con tres plazos distintos: Letras del Tesoro a seis meses, a un año y a dieciocho meses.
·        Los bonos y obligaciones del Estado: Se emiten desde julio de 1997, denominados «segregables», presentan dos características diferenciales frente a los bonos y obligaciones del Estado emitidos con anterioridad a dicha fecha. Son títulos con interés periódico, en forma de «cupón», a diferencia de las Letras del Tesoro, que pagan los intereses al vencimiento. En la actualidad el Tesoro emite Bonos a tres y cinco años; y Obligaciones a diez, quince y treinta años.

En principio los títulos de deuda de un país suelen ser considerados una inversión muy segura, por lo que son preferidos por personas con perfil de inversión conservador que no toleran mucho riesgo.
Desde la crisis de los años setenta, un sistema financiero mundial muy innovador se fue expandiendo enormemente poniendo a disposición de los estados y empresas de todo el mundo un creciente volumen de créditos, lo que ha sido un factor fundamental para facilitar la expansión de la actividad económica en todo el mundo, aunque intercalada de abundantes crisis. Este aumento del crédito supuso un  mayor endeudamiento de los países de la Unión Europea atraídos por el bajo interés y las buenas condiciones de los mercados ante su deuda. Este endeudamiento se ha visto fuertemente acelerado durante los años de crisis ya que los estados en situación de déficit tuvieron que endeudarse fuertemente para poder seguir atendiendo a sus gastos.

Deuda pública en porcentaje del PIB

Pero, ¿es malo endeudarse? Pues eso depende de a que se destine el dinero que se pide prestado y de la capacidad de endeudamiento del deudor, que no es otra cosa que la capacidad de generar ingresos suficientes para pagar las deudas sin que afecte al crecimiento.
En principio, si no nos endeudamos en exceso, no tenemos porque  considerar como malo el endeudamiento. Imaginemos la construcción de una gran infraestructura como puede ser el caso de una carretera, puede que el Estado no disponga del dinero suficiente para pagarla de golpe o que supusiera un esfuerzo muy grande que le obligara a dejar de financiar otros proyectos de igual o mayor importancia. Por eso recurren al endeudamiento que es una forma de prolongar el pago en el tiempo y así poder repartir la carga entre varias generaciones que se beneficiarían de la infraestructura. Además esta infraestructura ayudará a aumentar la actividad productiva del país, por lo que supondrá mayor crecimiento y en consecuencia mayores ingresos que contribuirán e incluso pueden superar el pago de los intereses de esta deuda.
El problema esta cuando el dinero que ha prestado al Estado va destinado a cubrir sus gastos corrientes como puede ser el pago de las nóminas de sus trabajadores, ya que en cuanto suban los intereses de la deuda no podrá pagar sus gastos de mantenimiento y entrará en quiebra. Este puede ser el caso de Grecia, que necesita endeudarse cada vez más, simplemente, para poder pagar las deudas anteriores.
En el caso de España, el principal problema no radica en  la cantidad de deuda acumulada. Como podemos apreciar en el siguiente gráfico realizado con los datos publicados en Eurostat, España, con un 61% deuda con respecto a su PIB, está por debajo de la media europea mientras que otros países de gran peso en la Unión como son Francia, Alemania e Italia, superan el 80% de deuda.


En cambio, el principal problema de España, que en parte puede explicar la desconfianza de los mercados, está en cómo conseguir generar los recursos suficientes que aumenten su capacidad de endeudamiento. En otras palabras, como crecer económicamente con más de 5 millones de parados, con fuertes medidas de austeridad que recortan el gasto público y la inversión y un débil sistema productivo basado en el sector de la construcción e incapaz de generar valor real.
También, como se puede apreciar en el siguiente grafico, la crisis española se debe fundamentalmente a un problema de endeudamiento privado que se ha incrementado un 150% en los últimos 9 años y representa el 76% de la deuda del país mientras que, por el contrario, el endeudamiento público que se ha incrementado un 78% en los últimos 9 años, sólo representa el 24% de la deuda.


Este aumento de la deuda privada es consecuencia de la gran facilidad en la concesión de crédito que han concedido tanto a las empresas como a las familias en los últimos 15 años.
Lo que ha producido que la deuda de las familias en relación a su renta disponible haya pasado del 70%, a principios de los años 2000, al 130% en el 2008, y que en el caso de las empresas, la deuda haya pasado del 400 al 800% de su excedente bruto de explotación (beneficios) en el mismo período. Este acceso al crédito facilitó un gran crecimiento de la demanda interna y un fuerte aumento de la deuda del país.
Esta dependencia al crédito supuso que, cuando se produjo la crisis financiera, la economía se paralizara y gran parte de las empresas quebraran.
La deuda puede actuar como un catalizador del crecimiento pero tenemos que tener siempre presente que tenemos que devolverla con intereses independientemente de la situación y los ingresos que generemos.

2 comentarios:

  1. Es muy esclarecedor entender el complejo mundo de la "Deuda". Se ha convertido en un negocio incontrolable.

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  2. Es cierto, el problema de la deuda parece no tener fin, es como la pescadilla que se muerde la cola, se recorta el gasto para reducir el deficit, pero al mismo tiempo ese recorte del gasto provoca un descenso de la actividad ecónomica que se traduce en una reducción de los ingresos.. Un saludo.

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